Luis Miguel ilumina Mérida (Yucatan.com.mx)
Luis Miguel prendió anoche al público que asistió al concierto en el estadio Carlos Iturralde Rivero, en el que combinó sus éxitos de antaño con temas más recientes.
Fue a las 9:45 cuando el cantante apareció, vestido de saco, camisa y corbata negra. Y los gritos no se hicieron esperar, hasta un «apachurro» se escuchó en la zona platino donde se armó un desorden con las sillas que sus ocupantes arrimaron para estar más cerca, apenas se apagaron las luces.
Pero eso parecía no importar a nadie, pues el cantante comenzaba a entonar «Te propongo» con la que comenzó la velada. Fue una noche colmada de gritos, piropos y aplausos, y la euforia fue aumentando durante el transcurso de la noche, y más cuando en la pantalla gigante instalada en medio del escenario se proyectó un monitor «para medir la pasión».
Siguió con «Suave» y «Con tus besos», con las que el cantante enloqueció a la concurrencia que no dejaba de tomarle fotos o grabarlo con el celular. «Un saludo a todos, a los de la primera fila, es un placer estar otra vez aquí», dijo «El Sol», quien actuó en Mérida por tercera ocasión; la última vez fue en 2006.
Siguió con «Tres palabras», «La barca» y «Veinte años», para cerrar ese bloque con un dueto virtual con Frank Sinatra.
Después llegó uno de los momentos más esperados. Las mujeres gritaron y se levantaron de sus sillas apenas escucharon los acordes de «O tú o ninguna», con la que se inició un recuento de sus éxitos, en el que no faltaron, desde luego, «Palabra de honor», «Entrégate» y «La incondicional», que cantaron hombres y mujeres por igual. Era tanto el entusiasmo, que el artista recibió un ramo de rosas blancas de parte de una de las mujeres ubicadas más cerca del escenario, lo que hizo que él se acercara a ellas para saludarlas.
Continuó con temas más actuales, momento que aprovechó para quitarse el saco y la corbata. La gente estaba muy emocionada y le aplaudía todo.
«El Sol» sin duda brillaba e iluminaba cada segundo más a la asistencia, que cantó a todo pulmón el popurrí en el que incluyó: «Muchachos de hoy», «Ahora te puedes marchar», «La chica del biquini azul», «Isabel» y «Cuando calienta el sol», con la que se despidió.
Las luces se apagaron, la música cesó, pero en el estadio el griterío era unánime: «¡otra!, ¡otra!, ¡otra!». Pasaron unos minutos y nada, hasta que de pronto otra vez se iluminó el escenario y «Luismi» apareció con una camisa seca (la anterior estaba empapada de sudor) para ofrecer «Labios de miel» y dar gracias a Mérida y a Yucatán.
«Buenas noches», dijo, y aventó camisas y pelotas al público de las primeras filas. Las luces se apagaron de manera definitiva a las 11:15 de la noche.