Luis Miguel se lucio en su cocncierto en el Toyota Center de Houston (chron.com)
El cantante mexicano Luis Miguel demostró en su concierto en Houston que tiene una de las voces más privilegiadas de la música pop latinoamericana. No se descuadró, no desafinó, nunca cantó fuera de tiempo o métrica en ninguna de las 21 canciones que interpretó la noche del sábado 11 de junio en el Toyota Center ante un público delirante y entregado de antemano.
Sin embargo Luis Miguel es tan perfecto que parece mecanizado, falto de emoción y pasión pues en el rubro de la interpretación deja mucho que desear al punto que. Por momentos parece que uno está escuchando uno de sus discos en lugar de escucharlo cantar en concierto, que es cuando un artista necesita mostrar más pasión y matices.
Luis Miguel apareció en el escenario a las 9:04 con un impecable traje negro, que parecia bordado sobre su cuerpo, camisa blanca y corbata en blanco y negro y la audiencia lo recibió con algarabía ensordecedora desde que comenzó a interpretar sustemas de apertura Te propongo esta noche y Suave, ambos funk-pop, que son dos de sus canciones rúbrica y las cuales utiliza con frecuencia para abrir sus espectáculos o cerrarlos.
Para su presentación en Houston, que formó parte de su gira Luis Miguel Tour 2011, en la cual presenta su nuevo disco Labios de Miel, el cantante mexicano se hizo acompañar de una espectular banda de músicos y con una sección de metales en la cual destacó el trombonista méxico-estadounidense de jazz Alejandro Carballo como un impecable solista en improvisaciones de vértigo, precisión e imaginación.
La sección de metales de trompetas, saxofones de diversos rangos y trompetas le dió a los temas de Luis Miguel un aire cercano al de una big-band de jazz, al estilo de las bandas del pianista estadounidense de jazz Duke Ellington, que refrescó el tradicional material de funk-pop y balada-pop que caracteriza al cantante que sus seguidores llaman El Sol y quien no se caracteriza precisamente por ser un inovador en cuanto a sus espectáculos.
«¡Muy buenas noches Houston!», dijo Luis Miguel a manera de saludo y continúo «qué belleza de público»gracias por estar aquí», dijo para enseguida saludar a todos los sectores de la audiencia y prometer que cantaría muchos más boleros de los que acostumbra en sus presentaciones, aunque no explicó el por qué. Luego de las primeras palabras de bienvenida el artista mexicano no volvió a dirigirse a la audiencia.
Enseguida, la descarga de funk-pop inicial, Luis Miguel sumergió al público en el romanticismo y tal como lo prometió entregó la descarga de boleros, revestidos con algo de tango, de las piezas Tres palabras, contenido en su disco Labios de miel, La barca, Todo o nada y Sin ti en los que, por mucho, su mejor momento de la noche gracias a los arreglos sobrios muy cercanos a la escencia del género y con una espectacular participación del guitarrista australiano Todd Robinson en los requintos en la guitarra acústica.
Otro de los momentos interesantes de la noche, que evidenció todavía más el ascendente de big-band jazz de su gira, fue cuando interpretó Come fly with me a dueto virtual con el cantante estadounidense Frank Sinatyra quien aparecía en las pantallas gigantes del escenario en una grabación de archivo. Fue un alarde interesante, aunque el artista mexicano ya había utilizado ese recurso antes en otras de sus anteriores giras.
Luego del remanso de boleros y jazz Luis Miguel volvió a su zona de comodidad y volvió a repasar el funk-pop que tanto gusta a su audiencia en temas como Oro de ley, Tú sólo tú (en ambos, otra vez, la sección de metales en plan espectacular) y un interesante popurri, revestido con arreglos nuevos de algunos de sus temas más conocidos como La incondicional y Si te vas, que sonaron totalmente revitalizados en sus nuevas versiones en el concierto de Houston y las cuales intercaló con baladas como Te necesito, entre otras.
Luego de casi 90 minutos de conciertos Luis Miguel cerró su actuación con un popurrí de temas clásicos de su repertorio, en donde repartío rosas blancas entre las asistentes de las primeras filas, como Muchachos de hoy, Decídete, Ahota te puedes marchar y La chica del bikini azul que provocaron el delirio de la audiencia hasta casi el paroxismo cantando y bailando exigiendo por más mientras el artista se retiraba del escenario.
Luis Miguel volvió, ante la exigencia de la audiencia, para entregar solamente un tema más, Labios de miel, y enseguida retirarse del escenario a las 10:40 p.m.
«Estuvo muy bien pero fue muy poquito», dijo la diseñadora costarricense Nayeli Bidault de 35 años, y quien dijo que «LuisMi tiene canciones para dar un show de tres horas por eso se me hizo poquito» además que no cantó ninguna canción ranchera. Si me decepcionó un poquito esa parte».