(adnmundo) Luismi hizo delirar a las argentinas
El cantante mexicano ofreció ayer el primero de los cuatro conciertos planeados en el estadio de Vélez en el marco de su gira de presentación de «Labios de Miel». La platea femenina volvió a demostrarle su fidelidad.
El cantante mexicano Luis Miguel ofreció anoche en el estadio de Vélez Sarsfield, en la ciudad de Buenos Aires, el primero de cuatro conciertos multitudinarios que continuará esta noche, mañana y el domingo. Su salida al escenario para dar comienzo a la presentación de su disco «Labios de miel» desató la locura entre el público que, en su mayoría era femenino.
De traje azul, camisa blanca y corbata rayada, Luísmi comenzó el recital con «Te propongo esta noche», y ratificó aquello que lo convierte en el máximo referente de la canción romántica.
El arranque, ensordecedor por los gritos de la platea, continuó con «Suave», y tuvo tal voltaje que el público recién tomó asiento en el cuarto tema, cuando el cantante hiló una seguidilla de boleros con «Tres palabras» y «La barca».
Aunque lleno de entusiasmo femenino, el estadio mostró distintos claros y Luís Miguel desarrolló su concierto desde un escenario cubierto de luces, dividido en tres niveles, y una imponente orquestas de 14 músicos y dos coristas.
Luego, -video y audio mediante-, Luís Miguel hizo un dueto con el fallecido Frank Sinatra para la canción «Fly with me» que grabara hace más de 10 años con el cantante estadounidense.
Después, las chicas volvieron a pararse y ya no se sentarían más, cantando todas las canciones, con caras sonrientes, descontroladas, suspirando de alegría.
Una seguidilla de hits que rompió el termómetro se dio entre los temas 10, 11 y 12 con «Entrégate» («déjate llevar por tus instintos de mujer»), «La incondicional» y «Un hombre busca a una mujer».
Seductor nato pero de un estilo que lo sitúa en las antípodas de Sandro, Luis Miguel apenas se mueve, elude y se aleja de los contoneos, no habla con sus desesperadas fanáticas y casi no les sonríe, a no ser por una glacial apertura de fauces más rígida que una foto congelada.
Pero le basta amagar que se desprenderá del saco, saltar, mover los brazos hacia arriba, gesticular con rigidez nerviosa o simular que toca la guitarra eléctrica para hacer delirar a sus seguidoras.