Luis Miguel dio la nota en sus presentaciones del fin de semana en Las Vegas, pero no por su voz o sus canciones. En este terreno, como el viejo lobo de mar que es, El Sol cumplió como hace siempre en sus espectáculos.
Esta vez lo sorprendente fue su imagen; Luis Miguel dejó el estilo juvenil que lo había caracterizado y cantó ante su hija Michelle Salas, quien estuvo entre los asistentes al Coliseo del Caesar?s Palace la noche del pasado viernes, adoptando un estilo más senior y más ad-hoc para un cantante que tan solo en este 2007 ha aceptado públicamente la existencia de su descendiente de 18 años, ha visto el nacimiento de su primer hijo varón, Miguel, y hace apenas unas semanas, según se anunció, volvió a dar la nota con un nuevo embarazo de su esposa Araceli Arámbula.
A sus 37 años, el cambio en la apariencia de Luis Miguel es entendible. Viste con la elegancia de siempre, pero en su rostro se aprecian ya arrugas y el peinado de lado lo hace ver más maduro. Los kilos de más que luce no es algo nuevo. Ya en otras ocasiones se ha visto así, incluso a finales de la década pasada, cuando ?regresó? de su muerte (según una versión que se difundió en algunos medios), lucía con sobrepeso y una cabellera ya no tan abundante.
Los cambios en su look han sido una constante. Su imagen anterior la estrenó con este siglo y lo mostraba con menos kilos a los que lucía en el milenio anterior, más cabello y los dientes, que toda su vida había tenido separados, fueron alineados para que el cantante ofreciera una mejor sonrisa.
En Las Vegas, El Sol cantó ante un lleno total en el Coliseo del Caesar?s Palace, y tuvo entre su audiencia a primogénita Michelle, cuya madre es Stephanie Salas, así como también su hermano Alejandro. Ambos estuvieron en las primeras filas y según se conoció posteriormente, Michelle fue tratada como princesa en el afamado centro de espectáculos al que llegó a bordo de una limousina.
?Viva México, viva México, viva Mexico?, dijo entusiasmado Luis Miguel, ?espero que se pasen una linda noche, ya que les he preparado un concierto con baladas, boleros y mariachi, mucho mariachi?, apuntó.
Fue un concierto muy emotivo, ya que Luis Miguel en ocasiones estuvo a punto de llorar en el escenario al ver la excelente respuesta por parte del publico.